Tres musulmanes se enfrentan a prisión por degollar una vaca en Ceuta durante la Fiesta del Sacrificio
La Fiscalía de Ceuta solicitará una condena de año y medio de prisión para cada uno de los tres vecinos de la ciudad autónoma procesados por degollar una vaca en las calles de una barriada de la periferia durante la celebración el pasado julio del Eid al-Adha o Fiesta del Sacrificio, festividad mayor de los musulmanes. Se les acusa de un delito de maltrato animal.
El Ministerio Público señala que el sacrificio se realizó causando «un sufrimiento innecesario» a la res que, atada a una farola en la calle, agonizó hasta morir en presencia de menores de edad. La acción fue grabada y difundida posteriormente en redes sociales.
La diputada nacional de Vox por Ceuta, Teresa López, vinculó el suceso con el término «multiculturalismo»: «Así se ha celebrado la Fiesta (islámica) del Sacrificio en las calles de Ceuta». Advertimos de que las imágenes que acompañan al siguiente enlace pueden herir su sensibilidad.
Multiculturalismo.
Así se ha celebrado la Fiesta del Sacrificio en las calles de Ceuta después de que el Gobierno local del PP autorizara la matanza de animales en domicilios particulares.
Matanza de Ovinos, caprinos y bovinos en la vía pública saltándose la normativa europea. pic.twitter.com/AQc40rOjMd
— Teresa López Álvarez (@TeresaGdVinuesa) July 22, 2021
La Fiscalía reclama también que los acusados, con antecedentes penales, no puedan ejercer durante cuatro años ninguna tarea profesional relacionada con animales.
Fiesta del Sacrificio
Los hechos tuvieron lugar a última hora de la tarde del pasado 21 de julio. La tradición islámica indica que la mañana del día de Eid al-Adha, el jefe de cada familia es responsable de sacrificar a un animal, comúnmente una vaca o un cordero macho, aunque de acuerdo con cada país la ofrenda puede ser también un toro, una cabra, una ternera e incluso un camello o un dromedario.
Según el Islam, con esta acción se da gracias a Dios por salvar la vida de Ismael, hijo del profeta Abraham, conmemorando así el pasaje recogido en el Corán en el que se muestra la voluntad de Abraham de sacrificar a su hijo Ismael (Isaac en la Biblia) como un acto de obediencia a Dios, antes de que Dios intervenga para ofrecerle un cordero e instarle a sacrificar a este animal en su lugar.
Según la calificación de la acusación pública, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Europa Press, los acusados .con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia- se encontraban en la barriada de Loma Colmenar, a menos de un kilómetro de la frontera del Tarajal, «en compañía de numerosas personas congregadas con ocasión de la celebración de la Fiesta del Sacrificio» islámica cuando, «de común acuerdo y actuando conforme a un plan preconcebido», amarraron una vaca por el cuello a una farola con una cuerda.
A continuación, en la vía pública y ante una turba de la que formaban parte varios menores de edad, emplearon «un cuchillo de grandes dimensiones» para «efectuar un corte en el cuello del animal, que se desangró poco a poco agonizando hasta morir». Los procesados son las personas que, supuestamente, se encargaron, respectivamente, de atar al animal, de sujetarlo y de realizar el corte que le causó no solamente la muerte, sino también «un sufrimiento innecesario».
El suceso fue grabado por varios de los involucrados en el tumulto que rodeó la acción, en el que se podía ver a una multitud de personas adultas y también menores de edad, y posteriormente difundido por redes sociales.
A juicio de la acusación pública los hechos son constitutivos de un delito de maltrato animal contemplado en los artículos 337.1 y 337.3 del Código Penal y los acusados responderán como «coautores» si ninguna circunstancia modificativa de su posible responsabilidad criminal, que en caso de darse por probada también conllevaría una condena en costas y a no poder ejercer el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la pena.
Nada más tener conocimiento de lo sucedido en Loma Colmenar, la Consejería de Sanidad y la Policía Local iniciaron una investigación para identificar a los integrantes de la turba de más de veinte personas que había dado muerte a una res en plena calle «incumpliendo todos los protocolos sanitarios y procedimientos relacionados con el bienestar animal» para señalar a los participantes «y denunciar los hechos ante la Policía Nacional».